El 70 por ciento de estudiantes en Guerrero en rezago tras el paso de Otis
El Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) hizo un llamado a las autoridades estatales para reforzar los trabajos en la reconstrucción de los planteles dañados
Un 70 por ciento de los estudiantes en Guerrero están en riesgo de rezago académico por el paso del huracán Otis en el puerto de Acapulco, así lo precisó el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), quien hizo un llamado a las autoridades estatales para multiplicar esfuerzos con la finalidad de que los alumnos regresen lo más pronto posible a las aulas.
Hasta el momento no hay un reporte oficial sobre los planteles afectados en los municipios de Acapulco y Coyuca de Benítez, ambos afectados por los estragos del huracán categoría 5 Otis el pasado 25 de octubre.
“Recabar información suficiente es fundamental para realizar un diagnóstico y diseñar las medidas pertinentes”, detalló IMCO.
El organismo destaca que para el Plan General de Reconstrucción, la reconstrucción de las escuelas para el pronto regreso a clases no es una prioridad, y por ello la ya deteriorada situación educativa en Guerrero podría agravarse como consecuencia.
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¿Qué han dicho las autoridades educativas de los planteles afectados?
No obstante, las autoridades educativas aún no terminan de evaluar y cuantificar los daños que sufrieron las escuelas. Si bien la Secretaría de Educación de Guerrero reporta daños en 369 planteles de educación obligatoria con afectaciones por el huracán, estos reportes refieren únicamente a Acapulco y Coyuca de Benítez.
Por esta razón, el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) analizó el tamaño de la matrícula, el cuerpo docente y las escuelas que se encuentran dentro del total de comunidades afectadas con la información oficial disponible y estima que estas cifras son mayores.
Para prevenir mayores afectaciones a la formación de los niños y jóvenes que habitan las zonas más afectadas, es clave que las autoridades prioricen la recuperación de los servicios educativos. Sin embargo, a tres semanas del huracán, no hay una estrategia para prevenir los estragos que esta crisis tendrá sobre la educación.
¿En qué consiste el Plan General de Reconstrucción de Guerrero?
En lo expuesto en el Plan General de Reconstrucción de Guerrero, la recuperación educativa dista de ser una prioridad. En el plan se considera un monto de 10 mil millones de pesos que deberán utilizarse para el abastecimiento y mejoramiento de líneas de distribución de agua, drenaje, arreglo de calles, alumbrado público, hospitales, escuelas, los dos aeropuertos y otros servicios, pero carece de alcances específicos para su aplicación en temas educativos.
Además, aún no se ha trazado una ruta de emergencia para la reconstrucción prioritaria de escuelas, con el propósito de reducir al mínimo su cierre prolongado y evitar así las repercusiones que esta prolongada interrupción tendrá en la educación de los niños y jóvenes que viven en las zonas más afectadas.
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Guerrero, con un bajo rezago educativo, puede verse agravado aún más
La situación en Guerrero es particularmente preocupante debido a las condiciones que preceden el paso del huracán Otis con las consecuencias aún palpables de los eventos catastróficos de los sismos de 2017 y la pandemia de 2020. De acuerdo con el Índice de Competitividad Estatal (ICE), Guerrero es la entidad menos competitiva del país.
En específico en educación, Guerrero es la tercera entidad con la escolaridad promedio más baja. Mientras que la escolaridad promedio a nivel nacional es de 9.7 años, el estudiante promedio en Guerrero cuenta con 7.6 años de educación, lo que equivale a terminar primero de secundaria. Además, cerca de 10% de los niños y jóvenes entre 3 y 14 años que viven en el estado no asisten a la escuela. Por cada 100 habitantes de 15 años y más, hay 12 que no tienen ningún grado de escolaridad y solo 16 terminan educación superior.
Si bien la atención a la salud emocional debe ser una prioridad, como lo mencionó la Secretaria de Educación Leticia Ramírez, el cierre prolongado de escuelas durante las crisis pasadas dejaron una lección contundente sobre el impacto detrimental que tiene en la formación y aprendizaje de los estudiantes.
La interrupción de las clases presenciales puede afectar negativamente la continuidad del aprendizaje, especialmente para aquellos que ya enfrentan desafíos socioeconómicos. De acuerdo con el Banco Mundial, un estudiante promedio que deja de asistir a clases por períodos prolongados de tiempo, podría perder 8% de su ingreso anual futuro, lo que equivale a un mes de salario al año por el resto de su vida productiva.